Fue harta fuerza y algo de fortuna:

(Lo escribo desde un "yo" con un mes menos de vida)

En la cúpula del Parque San Borja, los Fother Muckers prueban sonido antes de tocar “Fuerza y Fortuna” una y otra vez. Anunciaron en su fotolog que la idea es rodar el clip de esa canción mientras ellos tocan en vivo y que para ello, por supuesto, necesitarían público. Pero la amplia planicie de cemento está prácticamente vacía. ¿De dónde van a sacar tanta gente?

Me junto con un amigo en el metro Universidad Católica. Le digo que nos apuremos porque deben haber empezado hace rato. Nos acercamos a la planicie de cemento, todavía vacía, y nos mandan a sentarnos al borde del escenario, al lado del resto del público que va a aparecer en el video. Como 15 personas. Fother Muckers y camarógrafos arreglan los últimos detalles. Al lado de nosotros un par de locos toman chelas. Uno de ellos me presta fuego y prendo un cigarro. “Nos hicieron falta unas chelas, waro” le digo a mi amigo. Más allá están las del Fan Club de Teleradio. Se me hace cada vez más fácil distinguirlas.

“Qué pasó, qué paso. Dime dime qué pasó”, empieza Cristóbal Briceño con su voz ronca, fiel compañera de cada sílaba de lo que canta. El micrófono, eso sí, no lo acompaña. Lo poco y nada que se escucha es gracias a su vozarrón. Antes nos dio un par de indicaciones poco relevantes para que todo salga bien. Se me pasa la escasa vergüenza que me daba aparecer en el video y muevo la cabeza y los pies justo cuando escucho “me dejan todo por limpiar” y después “es tan claro lo que tengo que hacer”. Canto despacio, imitando al resto del público que está a mi lado. Llega mi parte favorita. “Se ve, se ve, se ve, ¡se ve!, ¡se ve!” grita Cristóbal y una de las del Fan Club de Teleradio lo acompaña con el “¡no! ¡no! ¡no! ¡no! ¡no! ¡no! ¡no!” que sigue. Pienso de nuevo que nos faltaron unas chelas. Estaría saltando ahora. Como Hector (guitarra), el que más se mueve de la banda. Gira, salta, gira de nuevo y vuelve a saltar. Pasa a llevar el cable conectado a su guitarra y se sale. El público se da cuenta y ríe. Vuelve a conectar el cable y a enchufarse con la canción, para seguir saltando. Gonzalo (percusiones) lanza lejos el pandero que casi le llega a Simón (Bajo y voz). Buen gesto para empezar con el bendito cencerro ¡Qué sonido! Al fin llega el coro: “Fue fue, fuerza y fortuna fue”. Los cortos silencios dejan, por un segundo, todo suspendido en el aire, para que cuando vuelva el “ruido”, Cristóbal llegue con más fuerza al micrófono y Hector apoye los pies en la tierra. El público se suelta un poco más y se anima con las palmas.

Tocan de nuevo “Fuerza y Fortuna”. Entran en confianza con el público y la vuelven a tocar. “Se nos va la luz” y se apuran en tocarla otra vez. Entre toma y toma les sale su humor irónico y tiran un par de tallas con el público. “Unas tres más” grita uno de los tipos con la cámara que está detrás de nosotros. “Esta canción es nueva. Se llama Fuerza y Fortuna” bromea Cristóbal y saca unas cuantas risas. “Supongo que ya te gusta el tema”, le pregunto a mi amigo que me responde escéptico.

Me alejo del borde del escenario. Los Fother Muckers terminaron la grabación y siguen con otros temas. Alguien del público intenta pasarle una chela a Simón. Le llega justo al bajo y la lata se revienta. “Oh!” gritan todos a coro. El bajo está todo manchado y Simón no sabe que hacer. Me da risa. Yo acabo de llegar a Santiago. Y estoy contento.